martes, 17 de mayo de 2011
Sol de media noche
Cada día,Aurora es el principio Del fin
El Corazón inconsciente
Por los campos- nuevamente-
Sin embargo cabalga
-cual rebelde voluntad que contrarresta
Hienas de pesadumbre inmaculadas
Al borde de un precipicio indiferente
Que no sabe de honores ni palabras-
Pues es el corazón un chaval inocente
Que fuma y bebe en la calle
Queriendo parecer grave
Pero grave sólo es la noche
cuando a ti te contempla,latido fulgente
El río sigue su curso.
Tú aún no has nacido
¡Crece corazón, madura!
Fúnebres son los ojos del búho entre el ramaje
Con lanza en ristre y pasión oceánica
Metálicos hastíos acometes
Mil guerras has batallado en espesuras cinceladas
-con mano desesperada-
Mil rosas a quemarropa diste-funestas todas ellas-
A sombras de sueños aún enjauladas
Que se ríen de tu nombre-
Tu nombre que no es reflejo cristalino
Sino grieta de vidriera encantada
En la noche cerrada
Siendo como eres mágico,imberbe
Nada parece ruín, nada acabado
La muerte detrás, no importa
Tu rocín es viento en popa
Puede sufrir ciento más
-de las sufridas derrotas-
Aurora, aurorita mía
¿qué más puede hacer el pobre?
No hay dragones en las calles
Ni enemigo en las almenas
Sólo se atisba un bunquer
Sitiado por las bombas
Bajo el techo de estrellas
El corazón bajo el sol también corre
Tal estandarte ondea
Pese a los años
Como un niño aún patalea
Es mi corazón Aurora
Este que ves abrumado
Un día un dios allá en lo alto
Hoy cabaña de ermitaño
Eres también, corazón,
Cuando tú le contemplas, Aurora
un paciente anciano,
-el mío no, el de otros-
Pues el mío es el mar
Frío
Donde nadie se baña
Aurora de los días desencantados
Umbral de la caída estrepitosa
¿Sobre cuántos futuros
Los ojos navegaron?
Batallas sobre un mar
Que no es un mar de esos de las grandes batallas
Sino lágrimas sobre la sábana insomne
Donde se navega siempre solo
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